Hacer la limpieza general siempre es algo que no nos gusta mucho hacer, pero hay que hacerlo frecuentemente para evitar la acumulación de suciedad y polvo. Por suerte, hay muchos trucos que nos facilitan la labor a la hora de limpiar.
- Tapicerías.
Para limpiar este tipo de material, prepara una mezcla de agua con gas, jabón y vinagre. Frota todo con un cepillo de raíces.
- Ventanales.
Con una mezcla de bicarbonato de socio y vinagre blanco puedes deshacerte de las manchas de polvo y oxido que se van formando.
- Sofás.
Para eliminar las manchas que tengan los sofás de microfibras frota con un cepillo o paño una mezcla de alcohol y agua destilada.
- Encimera y mesa.
Estas áreas son zonas delicadas ya que se manipulan alimentos en ellas. Para asegurarte que quedan totalmente desinfectadas mezcla dos partes de agua junto a una de agua oxigenada y rocíala utilizando un pulverizador.
La limpieza del horno siempre nos ha parecido algo complejo y molesto. Pero limpiarlo puede ser más fácil de lo que nos imaginamos. Rocía tu horno con agua, después con un poco de bicarbonato de sodio. Déjalo que actúe durante toda la noche y a la mañana siguiente limpialo con un paño.
- Nevera.
La nevera es un sitio donde se suelen acumular muchos malos olores y bacterias. También, los alimentos pueden manchar las superficies. Para evitar los malos olores, lo aconsejable es poner medio limón cortado dentro de la nevera, y éste conseguirá absorberlos.
Para limpiarlo hazlo con una mezcla de una parte de bicarbonato, otra de agua oxigenada y dos agua del grifo. Pulveriza el líquido por toda la nevera y luego retíralo con una bayeta.
- Baño.
Para eliminar todas las bacterias que puedan haber en nuestra ducha o bañera, basta con limpiarlo con un estropajo con limón o en su defecto, con agua oxigenada.
Para desinfectar el WC mezcla bicarbonato de sodio con limón y aplícalo en toda la superficie con un cepillo.