Una de las tareas que más pereza dan es tender la ropa ¡Y lo sabes! Pero que nos dé pereza no significa que lo hagamos rápido y mal. Tender correctamente la ropa nos ahorrará mucho tiempo de planchado, y algún quebradero de cabeza que otro. Así qué, toma nota que aquí enumeramos algunos de los errores más frecuentes a la hora de tender.
Las prisas no son buenas: la lavadora lleva su tiempo y hay que esperar un poco para tender (pero sin pasarte). No es conveniente tender la ropa muy mojada, ya que el agua hará que ésta se estire, tardará más en secarse y podrá oler a humedad.
El sol no siempre es tu amigo: aunque parezca lo más coherente del mundo, tender la ropa oscura al sol no es una buena opción. El sol puede variar el color de las prendas oscuras. Por eso siempre es mejor tender este tipo de prendas en la sombra y en lugares ventilados. ¿Qué la ropa es blanca? ¡Sin problema! Tiéndela al sol ya que hará que esté más blanca.
De la lavadora al tendedero: ¡Error! Siempre, siempre, siempre es importante sacudir la ropa, ayudará a quitar las arrugas y que la ropa vuelva a su estado más natural.
Tender por los hombros: colgar la ropa por los hombros hará que aparezcan unas marcas difíciles de sacar. Siempre que se pueda será mejor tenderlas por las costuras o debajo de las axilas.
Dejar la ropa en la lavadora: Es verdad que hemos dicho antes que muy mojada no es bueno colgar la ropa, pero no quiere decir que dejemos la ropa en la lavadora mucho tiempo. Cuando termine el programa y veamos que está bien… ¡A tender!
Tratar igual a las camisas que al resto de prendas: una de las prendas más difíciles de planchar siempre son las camisas, por eso tenemos que tratarlas de una forma diferente. Un buen consejo será colgarlas con perchas, así evitaremos que se deformen y ganaremos tiempo.
Si después de todo esto sigues con pereza, te podemos echar una mano con nuestro servicio doméstico.