En la mayoría de hogares, la sala de estar y el comedor son la misma habitación, por lo que el sofá puede tener incómodas manchas de comida y bebida. Estas son las más difíciles de limpiar pero no imposibles.
Eso sí, si queremos que nuestro sofá esté como el primer día tenemos que realizar una limpieza profunda de vez en cuando.
- Si tu sofá es desmontable, sepáralo por piezas. Así la limpieza será más sencilla y efectiva.
- Aspira el sofá con el accesorio del cepillo. Esta es la única forma de eliminar eficazmente las partículas y pelos que hayan en el sofá.
- Limpia con agua y jabón toda la superficie del sofá, aplícalo con un cepillo de púas blandas con movimientos circulares. De esta manera conseguiremos que no se manche lo que ya hemos limpiado y que se vaya yendo toda la suciedad acumulada.
- Con ayuda de una esponja mojada y escurrida en agua fría quitaremos todo el producto.
- Deja secar el sofá al aire. Si usásemos secadores o ventiladores podríamos acabar dañando la tapicería.
¿Qué hacer con un sofá blanco?
Si tienes un sofá de este color te aconsejamos el mismo proceso pero en vez de hacer la mezcla con jabón y agua, hazlo con detergente y agua. En el caso de no estar muy sucio es mejor limpiarlo con un paño humedecido y evitar los productos químicos.
